Neveras que guardan sueños
A pesar de que ‘la entrada, el plato fuerte y el postre’ de la Biblioteca Familia La Esperanza son exquisitos, no se trata de comida. En el aula de clase hay una nevera que no tiene helado en el congelador –aunque los niños se derretirían por él– ni cebollas, ni frutas en la zona fresca. La nevera color verde esmeralda está llena de libros: arriba, abajo y en las puertas: ¡Se trata de una biblionevera!
Esta idea nació en la Fundación Haceb, que, en alianza con Fraternidad Medellín, Salva Terra y Secretos para contar, realizó una investigación sobre los posibles usos para esos electrodomésticos que llegan al final de su vida útil por cambios de tecnología, diseño o garantía. Así mismo, hallaron que, de los 63 Centros Educativos Rurales y algunas Instituciones Educativas Rurales en ocho municipios de Antioquia, el 52% no tiene biblioteca, y el 11% está en mal estado.
Es así entonces, como colaboradores de Industrias Haceb, donan horas de servicio para acondicionar y transformar estas neveras. Retiran todos los componentes electrónicos, cambian los entrepaños por una madera y pintan la puerta de verde para que los estudiantes puedan usar la superficie como un tablero.
Pero las biblioneveras no llegan solas, el contenido es lo que las hace mágicas y reales. Las mejoras pedagógicas del proyecto incluyen un kit que permite escribir sobre ellas y un material didáctico de imanes que les sirve a los niños para hacer anotaciones, números o letras. Además, no basta con tener libros en la biblionevera, es necesario activar la lectura, dar vida a los libros y a todas las historias allí reposan y es aquí es donde participa la Fundación Secretos para Contar enfocada a fomentar la educación a través de la lectura y la escritura con las familias campesinas.