Wapz
David, protagonista de este texto, reafirma algo que muchos y muchas piensan cuando se les habla de grafiti: que las personas que hacen grafiti lo hacen sin permiso, por “rebeldía” y negarse a cumplir unas reglas o respetar incluso la propiedad privada. “Cuando inicié lo hice sin permiso, haciendo tags en fachadas o muros por la ciudad sin permiso de nadie”, comenta Wapz, como lo reconocen en el mundo del grafiti.
Wapz, inició a pintar, así sin permiso, desde 1998, pero fue tan solo hasta el 2004 que se dio cuenta que el grafiti podía ser, más allá de una moda o un hobbie con los “parceros”, una forma de vida, una profesión. “Ahí comenzamos a trabajar con muchas organizaciones, con proyectos sociales desde el arte, ahí fue que nos dimos cuenta del poder que tiene el arte para transformar vidas”, dice.
Pero para entender esto, Wapz tuvo un giro en su forma de ver el arte, de percibir lo que estaban haciendo muchos jóvenes como él en la ciudad. “Cuando me di cuenta que esto podía servir como algo terapéutico, que podía transmitir un mensaje potente para las personas, podía transmutar sentimientos difíciles de rabia o tristeza, en sentimientos más alegres, de optimismo para las personas en un barrio”.
“Nosotros hemos trabajado con grupos muy interesantes como trabajadoras sexuales, quienes han visto en el arte del grafiti una forma de escape a tantas situaciones complicadas”, cuenta Wapz, para quien trabajar en el proyecto @PigmentosUrbanos es un honor y de alguna forma un “sueño cumplido”.
“Siempre había visto lo que se estaba haciendo con varios artistas en los almacenes de las grandes superficies, veía lo que hacían en Carulla, y en otras marcas y yo decía que quería hacer algo en alguno de esos almacenes”. Wapz fue el encargado de plasmar lo que siente la comunidad de Chapinero en el almacén ubicado en esta localidad, una localidad donde el 70% es zona rural y donde la diversidad se siente desde que se ingresa en el sector. “Chapinero es de todo el mundo, acá no importa la orientación sexual, las condiciones de vida, los gustos, el color de piel… nosotros decimos que Chapinero, como localidad, es la casa de todo el mundo”.
Y eso fue lo que quiso resaltar en su obra, en el mural que ahora está en el almacén Éxito de Chapinero y que de alguna forma le da vida a algo que estaba destinado netamente para un propósito comercial.
Hoy se ven colores, se ve la fuerza de una mujer afro en la fachada del almacén. Wapz, podemos afirmar, es un “generador de vida”, una persona que desde su imaginación inmortaliza un simple esquema de concreto o ladrillos. ¿Y qué mejor forma de hacerlo que plasmando lo que la misma comunidad siente de su barrio?
Esto es @PigmentosUrbanos, un proyecto de Grupo Éxito en conjunto con Perro (grafitero creador del Grafitour de la Comuna 13 de Medellín), Error 404 y la agencia Básica, para los colombianos, para el arte, para todos.